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Como sociedad debemos aprender que el bien común está sobre el bien particular

Jaime Egüez / 16/12/2022

Jaime Egüez, Presidente del Club de Ejecutivos

Estamos culminando el 2022, un año de los más difíciles de nuestra historia reciente. Aun así, estoy agradecido porque aprendimos que en la escasez conseguimos descubrir nuestras reales fortalezas, descubrimos que es la escuela de la innovación y el cambio para conseguir mejores resultados sean personales o profesionales. Y de esto se trata la vida, de propósito, de trascender en tus actividades para que el esfuerzo se transforme en legado. Desarrollamos habilidades, capacidad de integrarnos y de aprender unos de otros. Pero aún nos falta mucho para aprender.

El sector privado sostuvo al Paraguay durante el 2022. La capacidad que tiene el país de continuar endeudándose ya es muy limitada y debemos comenzar a pagar la deuda. Las fiestas nunca son gratis y la tarea más importante que debemos encarar en el 2023 es crecer atrayendo inversión extranjera para sumar a la inversión local. 

Paraguay continúa siendo el país de la región con menor Inversión Extranjera. Una gran contradicción porque según la Fundación Getulio Vargas de Brasil tenemos el clima de negocios más propicio de la región. 

La pregunta es: ¿qué nos falta hacer para acelerar este proceso de atraer capitales y que Paraguay se convierta en una Suiza de América del Sur? 

Haciendo una comparación rápida, Suiza produce para el mundo, no está limitada a su pequeño mercado interno. Su visión País es “Suiza para el mundo”. ¿Quién desconoce su industria de Chocolate? ¿O la de los relojes suizos? Es decir, Suiza fue concebida para atender al mundo. 

Paraguay debe seguir el mismo modelo. Producir para el mundo productos de alto valor agregado. La visión de que podemos hacerlo debe arrancar en nuestras mentes, para que nos atrevamos a ir detrás de esta visión y consigamos los fondos de inversión con empresarios dispuestos a poner sus fichas en nuestro país. 

Esto significa además, que apuesten a encontrar condiciones fiscales seguras y simples, que apuesten por conseguir un sistema de protección al inversionista que garantice el recupero de su inversión. Un objetivo detrás del que debemos alinearnos todos. 

Por último, el sector privado tiene que emprender el proceso de madurar sus habilidades porque las iniciativas apalancadas por la inversión extranjera requieren no solo empleados capacitados sino una cadena de valor que nutre a estos hubs de desarrollo. 

Paraguay está a un paso del Grado de Inversión y gran parte de las tareas pendientes están en manos del poder político de nuestro Congreso. El eslabón que falta trabajar para estar todos alineados es el del sector político en función de poder. Los partidos con roles representativos en el Congreso deben entender que, en el sector economía, no hay desayuno gratis. 

Por lo tanto, estaré trabajando en la propuesta de un puente efectivo de comunicación entre el sector privado y el sector político, atendiendo al lógico que hoy están en campaña, aunque muchos de ellos saben que el país está saliendo de una crisis muy grave.Entender y que nos entiendan es crucial con el sector político en poder. Hoy hay un acantilado entre ambos sectores y en mi carácter de presidente del CEP debo insistir en que se produzca este diálogo con un foco esencial: como sociedad debemos aprender que el bien común está sobre el bien particular. 

Es muy lindo decirlo, pero complejo conseguirlo. Pero en esta dinámica es en la que saldremos muy bien.