Inicio / Revista revista-ejecutivos / Comportamiento y desafíos del mercado del combustible en Paraguay

Comportamiento y desafíos del mercado del combustible en Paraguay

Club de Ejecutivos / 10/03/2022

El sector del combustible se repone del freno ocasionado por la pandemia y sigue proveyendo energía para mantener la economía funcionando. 

Si bien en el panorama mundial la combinación energética está migrando de los combustibles fósiles hacia los renovables, los hidrocarburos (petróleo y gas natural) siguen constituyendo la principal fuente de energía mundial y lo seguirán siendo en el futuro próximo. 

Los combustibles derivados del procesamiento del petróleo aprovechados para generar energía mecánica y térmica mueven el transporte civil y de mercaderías, son materia prima para fábricas y componentes de productos indispensables para la economía. En resumen, el combustible es crucial para el desarrollo de cualquier economía.

En Paraguay, la importación de combustibles ha estado en aumento sostenido durante los últimos 10 años y representa más del 10% de las importaciones totales del país y durante el inicio de 2022 ha sido uno de los rubros más dinámicos.

Se ha generado en nuestro país un mercado muy competitivo para los principales actores de la prestación de este servicio. La compra de emblemas, la llegada de nuevas firmas internacionales y la expansión territorial han sido una constante en los últimos 5 años, siendo la novedad más reciente la vuelta de Shell tras 15 años de ausencia en el mercado paraguayo. 

Dinamizadores de la economía

Miguel Corrales, presidente de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (APESA) detalla que en Paraguay existen más de 2.000 estaciones de servicio y que el desarrollo del sector ha sido muy interesante para nuestra economía ya que la cobertura se da en distintos puntos del país y todas son empresas generadoras de empleo. 

Sin embargo, la pandemia cambió las reglas de juego para muchos propietarios y operadores que vieron comprometida su sostenibilidad financiera. “El sector lo integran, en su mayoría, Mipymes que debieron utilizar su capital para sostener empleos y gastos básicos, lo que nos deja en desventaja competitiva frente a las corporaciones más grandes” explica Miguel Corrales. En la actualidad -nos cuenta- son pocas las estaciones de servicio dirigidas por los propietarios. Los grandes emblemas cierran el círculo (importadora, distribuidora y operadores del servicio) y cada vez ganan más terreno. “Lo positivo es que siempre estamos firmes, demostramos nuestra fortaleza y hoy estamos desarrollando planes estratégicos para acompañar la reactivación de las ventas”.

Desafíos actuales

Para el presidente de APESA, el mercado local está viviendo tres fenómenos importantes: La amenaza a la sostenibilidad económica de las empresas tradicionales, el aumento excesivo en cantidad de estaciones de servicios y el contrabando. 

“Es difícil llegar a un volumen de ventas que sea realmente atractivo para el empresario, es decir más rentable. Para lograr el punto de equilibrio entre inversión y rentabilidad se estima que se debe vender un litraje de entre 60 y 80.000, lo cual es difícil de alcanzar. El promedio país está en torno a los 80.000 litros”, señala.  

Otro factor decisivo es el margen histórico de utilidad que se maneja, en torno al 7% y 6%. Desde APESA consideran que es un promedio desfasado que atenta contra la rentabilidad ya que no se ajusta a las condiciones de mercado que presentan un aumento del salario mínimo, inflación, volumen de ventas reducido y una gran suba de costos de logística. A todas estas condiciones se suma el alto nivel de contrabando y de informalidad existentes actualmente en el mercado. La constante construcción de estaciones de servicio -que se da principalmente en el área metropolitana y que ya supera la media de la región- también los golpea porque el volumen de crecimiento no acompaña a la demanda. 

Nuevas metas

Para  impulsar la recuperación del sector, el objetivo es brindar mayor capacitación, talleres y herramientas modernas a los propietarios y operadores de las estaciones de servicio. Además, APESA está trabajando por lograr estadísticas reales sobre el litraje comercializado a través de los picos de manguera de las estaciones. Las cifras a nivel país se basan en datos de importación y el observatorio del MIC -indica Corrales- pero no hay números exactos de cuánto venden las estaciones en realidad. “Tampoco existe discriminación entre lo que son ventas en local, con ventas industriales o a sectores específicos como el transporte. Todo entra en la misma estadística. Entonces, obtener números más finos nos va a permitir un mejor análisis de los mercados”, destaca el presidente de APESA. La institución también busca fortalecer el trabajo interinstitucional con estamentos públicos para impulsar la viabilidad, desarrollo y crecimiento del sector.  

¿Qué pasa con los precios?

La pandemia generó un colapso de los precios del crudo que derivó en una importante disminución de los precios del combustible en 2020. Al comenzar la recuperación económica en 2021, la demanda y la oferta volvieron a niveles anteriores ocasionando fluctuaciones del precio en una situación económica muy compleja. En un año, el precio del combustible subió cuatro veces y se veía un comportamiento similar en los primeros meses de 2022, a pesar de que nadie imaginaba lo que ocurriría: el conflicto Ucrania - Rusia. 

Con el inicio de la guerra y los bloqueos a Rusia un país productor de crudo y gas, se pronostica una nueva suba mundial del precio de los combustibles. Esto afectará al mundo y también a Paraguay.

Históricamente, en América del Sur, los precios de los productos derivados del petróleo no se han fijado de acuerdo a políticas convencionales de fijación de precios en función de costos, sino según las consideraciones políticas, metas de distribución del ingreso y promoción de la industria, según un informe de la CEPAL. La norma es que el querosene (por su uso  en los sectores pobres), diésel (por su importancia en la agricultura y transporte) y el fuel oil (por su uso en industria) han sido subsidiados. Los subsidios consecuentemente los precios bajos, también se aplican a la gasolina para el transporte. 

La diferencia de precios en la región se relaciona con el hecho de si se trata de un país exportador o importador de petróleo. 

Paraguay al ser un país netamente importador es un tomador de precios, sin incidencia alguna en los mismos.

APESA

Agrupa a las personas naturales o jurídicas que se dedican a la explotación de Estaciones de Servicio. Trabaja por la promulgación de leyes y disposiciones legales que protejan las actividades del rubro. Brinda a sus asociados las herramientas necesarias para una administración sana, transparente, rentable y sostenible en un mercado competitivo, a través de congresos, eventos, capacitación de ventas, atención al cliente, asesoramientos técnicos y administrativos.

Mercado en transición

La transición energética hacia un mundo donde los hidrocarburos no sean el principal combustible es incipiente, pero real, aunque las proyecciones se inclinan a que todavía se consumirá bastante petróleo en las próximas tres décadas. Esa demanda irá disminuyendo y las alternativas de fuentes energéticas verdes ganarán el mercado. 

Paraguay no está exento de esta tendencia, la primera planta de producción de biodiésel ya está en construcción con la empresa Omega Green, que proveerá a emblemas como Shell y British Petroleum, y la firma nacional Copetrol que también se suma a está iniciativa como accionista de Omega. Pero esa es una historia que contaremos más adelante...

“Debemos iniciar por los impuestos y la informalidad”

Alejandro Guggiari, socio del Club de Ejecutivos, propietario de Grupo Bahía y past president de APESA, coincide en que la pandemia debilitó al sector hasta niveles antes nunca vistos y gracias a la capacidad de resiliencia y reinvención se logró sortear el embate de las restricciones, la disminución en ventas y el aumento en los precios. 

Sobre el punto de los precios, explica que los factores de mayor incidencia son:

→ El precio de referencia del crudo a nivel internacional. (Ahora ante el conflicto Ucrania - Rusia, este precio se dispara)

→ La cotización del dólar, ya que el petróleo cotiza en dólares haciéndolo sensible al tipo de cambio.  

→ Costos de logística con su enorme problema de los dos últimos años, puesto que la extracción, transporte, refinación y almacenamiento repercuten en el precio final de la gasolina.

→ Los impuestos que se abonan en concepto de impuesto selectivo al consumo. 

Para combatir los efectos de las fluctuaciones de precio, Alejandro Guggiari considera primordial crear una mesa de trabajo público-privada para analizar el impacto del Impuesto Selectivo al Consumo y trabajar en un ataque frontal a la informalidad, sea el contrabando, sean los puestos de consumo informales y la competencia desleal. 

En cuanto a las condiciones de mercado y nuevas tendencias, Guggiari opina que el desembarco al país de emblemas como Shell propiciará una depuración paulatina del sector ofreciendo mejores productos y construyendo inversiones más seguras.