David Finkel y Stephanie Harkness
Dervish Editorial / 13/04/2018
Construí un negocio, no un trabajo. Cómo hacer crecer tu empresa y recuperar tu vida personal.
Hace más de 10 años, David y Stephanie se embarcaron en la aventura de comprar una pequeña fábrica en San José, California. Ella era maestra y él, gerente de calidad. Trabajaron para sacar adelante un negocio que no conocían, y después de 3 años consiguieron tener una empresa exitosa. En ese punto, a pesar de ganar más dinero que nunca, no podían disfrutarlo: trabajaban hasta 80 horas semanales.
Debían tomar una decisión. Seguían con un negocio en que todos los procesos pasaban por ellos, o convertían su pequeña fábrica, en algo más grande que ellos mismos. Y se decidieron por lo segundo.
En 3 años más su compañía Juno Pacific, llegaría a ser una importante fábrica en EEUU, con operaciones en la India. Al mismo tiempo, la pareja pudo disfrutar de la riqueza que estaban construyendo, viajar, y embarcarse en nuevos proyectos. Hoy son emprendedores seriales.
Uno de esos proyectos fue compartir el mapa de ruta que les permitió llegar a este punto, en su libro: “Build a Business Not a Job: Grow Your Business & Get Your Life Back”, del cual hemos sacado algunos consejos reveladores.
8 pilares de un negocio independiente
1 Sistemas. La columna vertebral del negocio independiente son los procedimientos y procesos que ayudan a tener una buena producción y servicio. Estos documentan las mejores prácticas que hacen crecer tu negocio y reducen los errores. Estas prácticas deben estar definidas, documentadas y contenidas en manuales, para que cualquier nuevo integrante del equipo pueda usarlas y saber cómo hacer con exactitud su trabajo. Después de crear esos procesos a los que llegaste, error tras error, hay que entrenar al equipo para usarlos, afinarlos y si fuera necesario, sustituirlos por otros mejores. Es imprescindible establecer la disciplina y la cultura de crear y usar los sistemas en la organización, lo cual toma tiempo.
2 Equipo. Toda empresa necesita gente talentosa para tener éxito, “la única manera de hacer que tu empresa llegue a ser autogestionable es con un equipo talentoso. Cuando combinás un equipo fuerte, con una estructura de sistemas sólida, hacés crecer tu negocio y ganás tiempo para vos”, aseguran los astros.
3 Control. Muchos empresarios han tenido mala experiencia al delegar. ¿Cómo saber si tu equipo está capacitado para llevar el negocio adelante? Para ello, el negocio deberá poder controlarse a sí mismo. Este control se adquiere aplicando procesos inteligentes, procedimientos, salvaguardias que protejan a la compañía de las decisiones inapropiadas.
4 Soluciones escalables. Cuando un negocio crece en ventas, si no adapta la estructura a ese crecimiento, hace aguas por todas partes. Para sostener un aumento de clientes, producción y flujo de efectivo, el negocio necesita tener la capacidad de hacerle frente. De ahí la importancia de aplicar soluciones escalables, que vayan preparando a la empresa para el crecimiento.
5 La cultura es la suma de valores absorbidos y de las maneras en que se hacen las cosas en tu empresa. ¿Cómo hacés para que tu equipo haga suya la cultura de la empresa? Lo primero, según David y Stephanie, es tener bien claro cuáles son los valores que querés potenciar. Después, hay que encontrar la manera de que estos valores sean parte del comportamiento de tu equipo.
6 Estructura estratégica. Con ella tu compañía planifica racionalmente su camino hacia delante. Incluye un plan anual para establecer metas y crear un mapa para el próximo año, la planificación trimestral para verificar el progreso y saber cómo seguir con el plan de acción siguiente, etc.
7 Coherencia. Para David y Stephanie coherencia es alinear las metas de tu empresa, con tus prioridades, tus acciones y tu equipo. De forma tal que todos vayan en una misma dirección. Las partes esenciales de la empresa deben sincronizarse y brindarse soporte mutuo.
8 Responsabilidad. Cuando creás una cultura empresarial que hace frente a los compromisos y cumple las promesas, construís responsabilidad. Para crearla debés empezar por vos mismo. Si tu equipo no ve que movés cielo y tierra para cumplir tus promesas, no creerá que tiene que hacer lo mismo.