El cambio de Paraguay y su éxito, comienza priorizando.
Jaime Egüez / 25/04/2024
Priorizar no es sinónimo de ineficiencia. Es un tema no menor que enfrentamos todos a quienes nos toca liderar organizaciones donde el abanico de desafíos tiende a agrandarse por la misma dinámica de las oportunidades que se van desarrollando.
Los CEOs deben tener como punto focal en sus agendas el priorizar acciones e iniciativas. Muchas veces esto puede ser interpretado por los actores que usufructúan de nuestro tiempo como incapacidad o ineficiencia en la gestión, pero indudablemente, no lo es. No se puede estar en todas las batallas ni atender todos los contextos, se debe priorizar.
Maximizar resultados es una de las principales tareas de los CEOs en las organizaciones. Sin embargo, es indudable que los temas postergados, en muchos casos, pueden tener consecuencias, pero si fueron bien seleccionados serán consecuencias administrables aún en un contexto hiper competitivo como el de hoy en día.
La velocidad en la toma de decisiones en escenarios muy cambiantes demanda conocimiento y apropiación de conocimiento específico, algo muy difícil de adquirir sin antes priorizar líneas de aprendizaje y expertise. El desarrollo de la cultura de la empresa es directa responsabilidad de quien la dirige y cuando se definen claramente las prioridades sobre las necesidades, la empresa tiende a convertirse en una organización más ordenada y visiblemente más efectiva.
Hago esta asociación mental, en el contexto que están atravesando en este momento todas las empresas de Paraguay. Todos miramos dónde poner más esfuerzo, priorizando recursos económicos y tiempo de calidad profesional.
Debemos ver que el Paraguay cambiará muy rápido en los siguientes 5 años. Venimos experimentando cambios desde hace ya tres años con la llegada de inversionistas, la aparición de nuevas oportunidades de negocios basados en tecnología nueva y entendiendo que podemos hacer negocios no solo para Paraguay sino para la región y el mundo. La disputa por talento humano en el mercado interno se ha acrecentado. Los valores son muy exigentes y hoy ya estamos importando talento de otros países para atender los desafíos del desarrollo de verticales de negocios con potencialidad mundial.
Es hora de priorizar, es hora de poner esfuerzos en la atención de lo que es relevante y no distraernos con lo diario, sobre todo, lo innecesario.
Hago esta reflexión ante la ventana de cambio en el Club de Ejecutivos que traen las elecciones a fines de abril. Con un directorio nuevo, la tarea de quienes formamos el Club es la de trabajar para presentarlo como un escenario de acciones y actores que permiten una correcta implantación de inversiones extranjeras en nuestro país.
El Club está compuesto por un selecto grupo de profesionales que lideran cientos de empresas en muchas verticales. Esto nos hace la mejor plataforma para apoyar y potenciar las inversiones donde lo relevante sea construir sistemas empresariales donde la confianza, la correcta implementación de reglas y el cumplimiento legal sea la normativa básica porque esto es lo que el mundo demanda para dar seguridad a las inversiones.
El cambio del Paraguay y su éxito comienza en nosotros...