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Liderazgo eficiente en crisis.

Club de Ejecutivos / 28/06/2021

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El líder empresarial en una empresa contemporánea es el capitán de un barco que no navega en aguas tranquilas. Más bien navega en la “tormenta perfecta” de complejidad, diversidad e inseguridad. Aún así, ¿quién hubiera dicho que el liderazgo iba a pasar de repente por esta prueba global? Este artículo está basado en  una charla de Ron Heifetz, profesor, autor y autoridad en el tema liderazgo. 

En este momento el mundo experimenta 3 crisis: salud, economía e inequidad o desigualdad. Primero, la pandemia, una gran crisis que atenta contra la salud y requiere adaptarse desde el micro nivel de cada persona, cada familia hasta los macro niveles sean empresas, aulas, sector público y gobiernos. La epidemia generó un desafío local a global exigiendo adaptabilidad a las personas. La segunda crisis es la economía, no solo es la salud sino de cómo viviremos con el cierre de las economías. La tercera crisis es la que acentuó la pandemia: las diferencias estructurales y sistémicas, la desigualdad social que hace que los pobres sufran más las consecuencias de la pandemia, siendo más vulnerables ante el virus y la muerte por este virus. 

Cualquier crisis origina desequilibrio. 

La gente y las empresas viven en un cierto equilibrio y de pronto algo sucede y se crea un pico de desequilibrio y estrés en el sistema social. Ante esto todas las sociedades humanas responden inmediatamente entrando en modo “resolución de problemas”. Si el problema es técnico y tenemos el know-how para resolverlo, aunque haya generado un enorme desequilibrio lo resolvemos y retornamos al estado normal. La situación es más grave cuando las crisis no son generadas por cuestiones que ya dominamos, sino que requieren que la gente aprenda nuevas formas y capacidades para resolver problemas. Estos son los llamados desafíos adaptativos que requieren precisamente adaptabilidad y no se resuelven rápidamente sino que generan niveles de desequilibrio y estrés prolongados.

¿Qué debe hacer el líder? 

En estos casos uno de los desafíos del liderazgo es mantener a la gente dentro de niveles de estrés aceptables para que puedan seguir produciendo, mientras se gestiona el aprendizaje de capacidades y habilidades nuevas para que sepan qué deben hacer, para que puedan cambiar sus antiguas formas de pensar y aprendan a adaptarse para establecer devuelta el equilibrio pero en un nuevo nivel de funcionamiento.

Los desafíos adaptativos son exógenos o endógenos. 

La presión exógena que demanda cambios en como se trabaja o vive, viene de afuera, como el covid 19. Este tipo de desafíos los enfrentan los organismos en tiempos de evolución, por ejemplo, el cambio climático que nos hará cambiar cosas en la economía y el ambiente. La presión a adaptarse hace una selección natural de los organismos más capaces de cambiar y crecer en el nuevo ambiente; al igual que en la naturaleza. 

En las culturas humanas la cuestión es distinta. La mayoría de las presiones para adaptarse son endógenas, se generan adentro de las propias culturas. Gente que demanda cambios, esto se está viendo en diferentes lugares del mundo, como la demanda de cambios ante la crisis de la desigualdad. 

Las crisis endógenas las crean grupos de personas que manifestan al resto de la sociedad una contradicción en los valores que sostiene esa sociedad y de este modo, la sacan del equilibrio para que comience a hacer las adaptaciones necesarias con el fin de encontrar nuevas formas de vivir, educar, trabajar, gobernar. Y lo más profundo, nuevas formas de entender el DNA de nuestra identidad y qué debemos cambiar. 

La esencia del liderazgo 

El problema es que la gente no quiere hacer el trabajo de adaptarse y se resiste a cambiar. Adaptarse es doloroso y precisa 3 tareas de revisión: 

1. Saber qué debemos conservar. La naturaleza es altamente conservadora, por ejemplo, gran parte del DNA de un chimpancé es igual al humano, sin embargo, los humanos tenemos capacidades transformadoras comparados con los chimpancés. La naturaleza o Dios (como se elija) es enormemente eficiente en el conservar, no empieza de cero con cada cosa. Siempre construye a partir de lo que funciona. 

2. Saber qué debemos descartar de nuestro corriente DNA 

3. Saber qué innovaciones nos van a permitir llevar lo mejor de nuestra historia hacia el futuro.

Este duro trabajo adaptativo lleva tiempo e involucra pérdidas. Aunque puedas conservar 90% del DNA cultural que heredaste, aunque 90% de lo que te enseñaron tus padres, abuelos, hermanos, maestros y religiosos es correcto y lleno de amor y sabiduría, hay un porcentaje que es incorrecto, que está errado y es contradictorio. Decimos, por ejemplo, que queremos igualdad de oportunidades para todos, pero esto en la práctica no existe y lo sabemos, y hay muchas otras cosas que son contradictorias aunque sean inconscientes.
Hacer esta tarea de revisión para cambiar y adaptarse es un trabajo emocional difícil y por eso la gente se resiste a cambiar. Además tenemos una enorme cantidad de mecanismos para evitar el trabajo de adaptación: escaparnos, negar, proyectar el problema en otros como si estuviera afuera y no adentro, evadiendo la responsabilidad y el trabajo que precisamos hacer para adaptarnos. Esto nos incluye a todos. Todos tenemos un trabajo adaptativo que hacer. Un trabajo que lleva tiempo.

La esencia del liderazgo es precisamente movilizar ese trabajo adaptativo de la gente, esas tareas y cambios indispensables que no se quieren hacer. El líder ayuda a la gente a evolucionar sus culturas ya adaptarlas para que estén a la altura de los más altos valores que sostienen esas culturas y comenzar a resolver las contradicciones internas. 

Es trabajo duro porque el equilibrio no se puede reestablecer rápidamente. Por ejemplo, en este momento, la vacunación contra el Covid19 llevará tiempo para que todos se vacunen, mientras tanto debemos vivir en desequilibrio, tenemos que cuidar la salud, mantener a la familia, la empresa, la educación de los niños, el estado mental, el trabajo online etc. Debemos adaptarnos a todo esto para mantenernos hasta que tengamos una solución técnica que nos devuelva el equilibrio. La vacuna, una innovación que resuelva la crisis del virus. 

La esencia del liderazgo es movilizar el trabajo adaptativo de la gente, esas tareas y cambios indispensables que no se quieren hacer. el líder ayuda a la gente a evolucionar sus culturas y a adaptarlas para que estén a la altura de los más altos valores que sostienen esas culturas y comenzar a resolver las contradicciones internas.

Otro reto del liderazgo es detectar cuando surgen patrones de negación para evitar el trabajo de adaptarse y contrarrestarlos. Los denominadores comunes que sigue la gente que evita adaptarse son: distracción (este no es mi problema, no necesito mirarlo) proyección (es problema de otros y busco responsables para no responsabilizarme por nada). El líder habla con la gente y mantiene las preguntas difíciles en el centro de atención para hacerles ver que deben tomar responsabilidad porque son parte del problema y también parte de la solución. El líder crea momentos de enseñanza para llevar a la gente a enfrentar la necesidad de renovar las formas actuales de hacer las cosas y así mejorar en un mundo cambiante. 

Liderazgo distributivo 

Para el trabajo adaptativo funciona mejor un modelo de liderazgo distributivo, es decir, más liderazgo distribuido y menos liderazgo directivo. Esto evita que la gente quede en suspenso esperando a que el gran líder diga lo que hay que hacer. Si dependemos demasiado de personas en situación de autoridad o de un líder carismático que reaccione bien y a tiempo y provea el liderazgo necesario, no siempre lo conseguiremos. Somos vulnerables a la sensación de seguridad, pero puede ser falsa. En grandes crisis es importante el empoderamiento y el ingenio de las personas enfrentando la incertidumbre y el reto. 

El desafío adaptativo que es la naturaleza de las crisis que estamos enfrentando, enseña que es más útil un modelo de liderazgo distributivo en el que mucha gente -aún sin autoridad- ejerce liderazgo en sus comunidades, en sus empresas... porque para lograr cambios precisamos micro adaptaciones en micro ambientes, comenzando por las familias. 

Adaptabilidad e improvisación constantes 

“No hubiéramos podido desembarcar en la playas de Normandía sin un plan, pero en el momento en que llegamos a la playa tuvimos que descartar el plan”, dijo Dwight Eisenhower, comandante de las fuerzas aliadas sobre el Día D. También dijo “los planes son esenciales pero no tienen ningún valor”. Sabía que una vez que comenzamos a movernos debemos tener adaptabilidad constante y flexibilidad para alterar y cambiar el curso si es necesario. 

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