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Mazzei: 25% de crecimiento anual

Mabel Álvarez / 06/09/2018

Aventura es un excelente nombre para lanzarse a emprender. Eso fue lo que hicieron los hermanos Riquelme cuando vieron que las góndolas de los supermercados paraguayos estaban llenas de galletitas dulces importadas. “Quisimos darle valor agregado a nuestros molinos y empezamos la aventura con un producto que básicamente lo que hacía era emular las marcas conocidas”, confiesa Jorge Adrián Riquelme, director ejecutivo de Mazzei y socio del Club de Ejecutivos.

Las galletitas Aventura se posicionaron rápidamente en el mercado desde que Mazzei apareció en 2012. Un año después, los directivos empezaron a detectar un estancamiento. El producto tenía buena recepción pero no se estaba vendiendo suficiente. Y pudieron ver que el problema estaba en el canal de distribución. “Los distribuidores tienen muchos productos y no le dan la atención que una marca nueva necesita. Así que empezamos a contratar vendedores propios, y rápidamente vimos cómo salía el producto. Las ventas crecieron de inmediato y empezamos a expandirnos. Armamos nuestro propio canal de distribución”, asegura Riquelme. 

Teniendo más demanda que oferta, Mazzei decide aumentar su portafolio de productos, lo cual disminuiría también el costo de su logística. Comenzaron visitando ferias internacionales a través de Rediex y después por cuenta propia. “Ahí nos dimos cuenta de que en EE.UU. y Europa la tendencia era la alimentación saludable y vimos una oportunidad. En 2014 Paraguay tenía una superproducción de chía que estaba trayendo problemas a los campesinos y al Gobierno. Y aprovechamos esa circunstancia de manera que todos ganáramos. Probamos las galletitas con chía y salieron riquísimas. Así nos lanzamos al mercado con la línea Crackers y nos fue muy bien. Invertimos en un buen packaging para que no solo fuera saludable el producto sino que lo pareciera. Y fuimos añadiendo nuevos productos a la línea (8 semillas, sésamo, quinua, clásicas, salvado, …)”.

El siguiente paso fue presentar esos productos en las ferias internacionales que antes habían visitado en calidad de espectadores. “Ahí hicimos muchísimos contactos y empezamos a exportar a Alemania”, asegura Riquelme. Hoy las Crackers de Mazzei están también en España, Australia, Suiza, Bolivia, Uruguay y Brasil. Recientemente se ha hecho una prueba piloto en EE.UU. que está dando buenos resultados.

Con la distribución propia, la diversificación de productos y las exportaciones, el crecimiento de Mazzei se colocó en torno al 25% anual desde su segundo año. De hecho, la empresa empezó a ser rentable a partir de ese segundo año. Ahora, para seguir creciendo, Mazzei debe aumentar su capacidad de producción y eso es lo que planea hacer desde este agosto con la implementación de nuevas maquinarias que le permitirán producir un 40% más de la línea Crackers.

“En esta industria, el tiempo entre que comprás maquinaria y esta empieza a producir puede ser de más de un año. De ahí que necesitemos trazar planes con cierta previsibilidad. El año pasado compramos máquinas con un nuevo propósito: hacer una línea de productos muy innovadores, enfocados al mercado internacional, aunque también se venderán en Py. No quiero adelantar mucho, pero se trata de productos que no se fabrican en Latinoamérica porque requieren importación de materia prima con aranceles que disparan su precio final. En Py tenemos aranceles 0 sobre las materias primas que importamos para fabricar productos de valor agregado. Y estamos aprovechando esa ventaja competitiva”. Estos nuevos productos estarán dentro de la línea saludable, en la que se está enfocando la empresa. 

Mazzei está adherida al Pacto Global, y ha empezado un proceso para certificarse como Empresa B. Una inquietud del directorio que comenzó haciendo pactos con los productores de chía para garantizarles la compra de sus cosechas a buenos precios, independientemente de las fluctuaciones del mercado. Dentro de esta política de empresa, Mazzei hizo una alianza con Disney para sus galletitas Aventura, que les exige reducir los niveles de azúcar, eliminar las grasas trans, etc. “A partir del año que viene, todos nuestros productos van a ser libres de transgénicos, y queremos sacar una línea de productos orgánicos también”, finaliza.

• De 700 toneladas en 2012 a 5.500 en 2018

• 15% de la facturación es de exportaciones

• 40% de la facturación es el porcentaje al que quieren llegar en exportaciones 

• 430 funcionarios directos

• 8 mercados internacionales

• 4.000 metros cuadrados de fábrica

• 2 años para ser rentable