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¿Qué tienen en común Google, Bono y General Electric?

Dervish Editorial / 05/10/2018

OKR (Objetives and Key Results) fue el método desarrollado por Andy Grove (cuando era CEO de Intel, la corporación multinacional de tecnología americana) que permitió a esta empresa convertirse en el gigante que hoy conocemos.

Sin embargo, fue John Doerr, exingeniero de la compañía y actual inversor de riesgo, quien popularizó el método en su libro Measure What Matters. How Google, Bono and the Gates Foundation rock the World with OKRs.

En el prólogo del libro, Larry Page, co-fundador de Google, reconoce que Doerr les hizo un enorme regalo cuando llegó al garaje que era Google en 1999 con este método que había obrado milagros en Intel, y gracias al cual pudieron crecer al ritmo que lo hicieron, “llegar a tiempo y mantenernos en el camino correcto en los momentos cruciales”.

General Electric, la Fundación Bill Gates, Bono, Netflix, Amazon, Uber, Microsoft son solo algunas de las instituciones que lo utilizan en su día a día. Los U$D 8.000 millones que posee Doerr (según la revista Fortune) también avalan la funcionalidad de la puesta en práctica de los OKRs en la vida personal y en los negocios.

“Las ideas son fáciles.
La ejecución lo es todo”


Esta verdad es el mantra de Doerr y su filosofía de vida, según palabras suyas. Para llevar adelante esa ejecución eficiente se ha valido de los OKR, cuya implementación puede resumirse en 6 pasos:


1. Determinar el gran objetivo de la empresa para este año (el qué).
2. Definir para los próximos tres meses los pequeños objetivos a través de los cuales podrás alcanzar el gran objetivo de la empresa (el cómo).
3. Obtener 3 a 5 resultados clave cuantificables para los objetivos del trimestre.
4. Medir los resultados de esos pequeños objetivos trimestrales sobre el objetivo principal. Llevar un control semanal de estas métricas.
5. Acompañar mensualmente los resultados claves.
6. Al final del trimestre. Hacer una valoración de esos resultados, reajustarlos,
y volver a comenzar el proceso para los próximos tres meses.

Los OKR deben tener ciclos cortos (periodicidad de los objetivos anual y trimestral); deben ser transparentes y estar disponibles para toda la empresa; deben ser medibles para saber si se alcanza el gran objetivo o no; deben ser ambiciosos, de manera que el equipo tenga que esforzarse para conseguirlos; y deben ser pocas las metas para mantener el foco. De esta manera la metodología se vuelve sencilla, ágil, clara y permite a la empresa enfocarse en el resultado esperado y no en las dificultades para conseguirlo. Mantiene a los equipos motivados y esforzándose por conseguir las pequeñas metas que llevarán a la gran meta.

Vos, ¿aplicás los OKR en tu empresa? Nos encantaría conocer tu experiencia. Escribinos a: malvarez@dervish.com.py