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Usted no es su mente

Dervish Editorial / 03/08/2018

Los maestros zen enseñan que si no dominamos nuestra mente, ella nos domina a nosotros. Ellos aprendieron que con práctica y disciplina se podía controlar la mente. Por eso cada día se sientan en profunda meditación, que básicamente es acallar el parloteo incesante en nuestra cabeza, para mantenernos en el momento presente, con plena conciencia de ello. Tener conciencia del ahora ayuda a dominar la mente y nos conduce por el camino de la felicidad y la plenitud. Ese es el verdadero poder del ahora. Así lo afirma Eckhart Tolle en esa guía práctica (*) para la realización personal que publicó por primera vez en 1977, y resultó ser Best Seller No. 1 del New York Times.

Conviértase en el observador

“Todo el mundo oye una voz, o varias, en su cabeza, todo el tiempo. Son procesos involuntarios de pensamiento que usted no sabe que puede detener”. Pero usted no es esa mente. Su mente es “el resultado de su historia pasada así como del escenario mental de la cultura colectiva que usted heredó”, dice Tolle. “Muchos viven con un torturador en la cabeza que continuamente los ataca, los castiga y les drena la energía vital. Esto causa sufrimiento e infelicidad así como enfermedad”. La buena noticia, según el autor de El Poder del Ahora, es que podemos librarnos de ello. ¿Cómo? Prestando atención especial a cualquier “patrón de pensamiento repetitivo, esos viejos discos que han sonado en su cabeza quizá durante años”. Hay que convertirse en el observador. “Cuando escuche esta voz, hágalo imparcialmente. No juzgue, no condene lo que oye, porque hacerlo significaría que la misma voz ha vuelto a entrar por la puerta trasera”. Cada vez que nos contemplamos a nosotros mismos evolucionamos.

“La mente es un instrumento magnífico si se usa correctamente. Utilizada en forma inadecuada, se vuelve muy destructiva. Para decirlo en forma más exacta, no es tanto que usted la utilice inadecuadamente, generalmente usted no la utiliza en absoluto. Ella lo utiliza a usted”.

El ego, según Tolle, “es una imagen mental de quien es usted, basada en su condicionamiento personal y cultural, pero no es usted realmente. Para el ego, el momento presente casi no existe. Lo único que considera importante es el pasado y el futuro. Esta distorción total de la verdad es causante de que en su modalidad egoica, la mente sea disfuncional. La mente egoica está siempre preocupada por mantener el pasado vivo porque sin él ¿quién es usted? Al mismo tiempo, se proyecta constantemente al futuro para asegurar su supervivencia y buscar algún alivio o realización en él”.

En esa proyección temporal aparece el dolor. Nuestros problemas están conectados con el pasado o con el futuro. En el Ahora no sobrevive ni un solo problema.

Haga el ejercicio de no pensar en nada más que en el momento presente, y descubrirá que en este preciso momento, ahora, usted no tiene ningún problema. Los problemas aparecen cuando recordamos algo que ya pasó o cuando nos proyectamos al futuro, incluso al inmediato.

La vida es ahora

“El tiempo es una ilusión. Lo que usted percibe como precioso no es el tiempo sino el único punto que está fuera del tiempo: el ahora. Cuanto más se enfoque en los tiempos – pasado y futuro – más pierde el ahora, lo más precioso que hay.

El pasado es una huella de la memoria almacenada en la mente de un ahora anterior. Cuando recuerda el pasado, reactiva esa huella de la memoria, y lo hace ahora. El futuro es un ahora imaginado, una proyección de la mente. Cuando llega el futuro, llega como el ahora. Cuando piensa en el futuro, lo hace ahora. El pasado y el futuro no tienen realidad propia”.

Tolle exhorta a permanecer presentes en el ahora, conscientes del momento, como ejercicio habitual. Observando (sin juzgar) lo que decimos y hacemos, las personas con las que estamos, el entorno, etc. Si nuestro aquí se vuelve intolerable, infeliz, tenemos 3 opciones: apartarnos de la situación, cambiarla o aceptarla. “Para tomar la responsabilidad de su vida, debe elegir una de esas tres opciones”. Proyectarnos en el tiempo le sirve a nuestra mente para resolver cuestiones prácticas, ligadas a la supervivencia. El recuerdo de una situación anterior ayuda a resolver un conflicto presente. Ponernos una meta nos sirve para avanzar en la vida. No se trata de eliminar esto, según Tolle, sino de usarlo inteligentemente cuando lo necesitamos, y no dejar que nos robe el disfrute del único momento en que la vida realmente ocurre: el ahora.


El Poder del Ahora de Eckhart Tolle