Inicio / Revista revista-ejecutivos / Siempre es necesario renovar, reinventar y crear

Siempre es necesario renovar, reinventar y crear

Jorge Bernardes / 20/11/2024

                                                                        

Jorge Bernardes - Presidente del Club de Ejecutivos

Es un proceso continuo; lo que logramos debe tener continuidad, sea siguiendo el mismo rumbo o con un ritmo más acelerado y ampliando el horizonte. Desde nuestra conciencia y voluntad, optamos por lo segundo: avanzar rápidamente hacia la novedad que nos aguarda como país, convirtiéndonos en actores de una gran inversión para el desarrollo exponencial de Paraguay.

Con esta convicción asumimos la presidencia del Club de Ejecutivos, en estrecha colaboración con el formidable equipo del Directorio y las comisiones que le dan vida, dinamismo y eficacia a nuestra asociación. A ello se suma la colaboración de nuestros socios, quienes, con su visión de progreso, son los motores que nos impulsan hacia un Paraguay diferente. Hoy, más que nunca, estamos convencidos de que Paraguay tiene el potencial de desarrollarse bajo un nuevo perfil: un país que puede crecer, modernizarse y prosperar en todos los aspectos de su hermosa geografía. Esta posibilidad nos entusiasma y tenemos la certeza de que es realizable. 

¿Cómo? Haciendo lo que debe hacerse. 

Las condiciones que hoy posee Paraguay deben ser acompañadas por las que resultan absolutamente necesarias para el progreso. Nuestra estabilidad económica es una realidad envidiable, y los factores que contribuyen a ella se fortalecen día a día. Esta es una verdad indiscutible, tan sólida que Paraguay ha obtenido recientemente el grado de inversión. Este logro es una plataforma nacional e internacional para dar un salto histórico hacia una mayor calificación, consolidando la imagen de un país atractivo y seguro para las inversiones locales y extranjeras. 

En la consecución de estas metas, el Club de Ejecutivos será mucho más que un mero vocero. A las palabras necesarias les daremos el lenguaje de la acción. Estamos en el camino de convertirnos en actores clave de las inversiones que permitirán a Paraguay transformar su estabilidad económica en un crecimiento superior y sostenible. El objetivo es alcanzar, cuanto antes, un desarrollo integral y democrático. Me dirán que esto es un asunto político. Y tienen razón, pero en su más genuina acepción: la administración de la realidad con fines superiores al interés particular, proyectada al bienestar colectivo. 

Nuestra estabilidad económica, por sí sola, no basta. Para generar desarrollo, el crecimiento debe beneficiar a todo el país, no puede ser un goteo que solo alcance a una pequeña parte de la población. Debe ser una lluvia que llegue a todos los rincones de Paraguay, evitando que gran parte de nuestra nación siga siendo un desierto de pobreza, de precariedad en infraestructura, educación, empleo, vivienda y dignidad humana. 

El Club de Ejecutivos, como una asociación transversal, apuesta por un desarrollo igualmente transversal. Nuestras relaciones internacionales y rondas de negocios son herramientas clave para concretar este gran objetivo. A nivel 

nacional, haremos todo lo posible para que el sector privado y la sociedad civil coordinen esfuerzos hacia una cultura de prosperidad inmediata y compromiso solidario, en la que “nadie se quede atrás”. Debemos enfrentar las condiciones inaplazables del presente. La institucionalidad debe respaldar la economía, lo que exige un Estado eficiente y con una estructura adecuada para el progreso general del país. Necesitamos un gobierno que respete la Constitución y cuya gestión se base en la justicia, las obras concretas y la soberanía de la República. 

En este sentido, insistimos en la urgencia de fortalecer la seguridad jurídica, un aspecto fundamental que solo se alcanzará con un Poder Judicial calificado, independiente y confiable. Paraguay necesita leyes que impulsen su evolución, no que la frenen. Esto exige prudencia y contención del Congreso, y que la sanción de sus leyes sea fruto de consensos amplios y responsables. Desde el Club, ampliaremos nuestra participación pública, trabajando para que la institucionalidad se convierta en el cimiento sobre el que se construyan más inversiones y, con ellas, un Paraguay más próspero. 

¡Hay tanto por hacer! Es hora de actuar. No podemos permitir que nuestra ciudad capital, el transporte, las escuelas y universidades públicas, y los hospitales sigan durmiendo ante la indiferencia del Estado. No podemos seguir permitiendo que estas cuestiones sigan atentando contra la calidad de vida de la sociedad y de la ciudadanía en su conjunto. 

Este es el momento de reinventarnos, y en eso estamos en el Club. Nuestra formación, experiencia y conocimiento nos respaldan. Contamos con programas profesionales, tecno-administrativos y académicos de actualización y perfeccionamiento. Si antes estábamos abiertos a agendas ambiciosas, hoy más que nunca apostamos por los intercambios, la integración y el trabajo mancomunado para una evolución continua y sistemática. 

Pongamos énfasis en el presente, porque el mañana lo construimos hoy. No dejemos nada para después. Es hora de levantar ahora mismo los edificios de la patria. Sueño con ustedes en no dejar las cosas como están. Juntos, podemos hacer una diferencia.