Viviana Da Costa, coordinadora del Club de Ejecutivos

El Club cumplía 5 años cuando Viviana da Costa comenzó a trabajar como su coordinadora. Hoy es considerada la memoria viva del Club. Su desempeño ha sido clave en el desarrollo de la institución. Así lo atestiguan los presidentes que trabajaron con ella, y también el staff.

¿Cuál ha sido tu principal aporte al Club?

La capacidad de gestión es mi legado. Desde lo organizativo, desde la búsqueda permanente de lo selecto, para que el socio encuentre un ambiente especial donde se sienta confortable y reconocido. Walter Bastos, exdirector estratégico, me enseñó que la aspiración fundamental de una persona es ser reconocida por su individualidad. El primer desafío fue conocer a los socios personalmente, llamarles por su nombre, tratando de que la persona que entrara a trabajar en el Club incorporara ese concepto. En estos años hemos podido generar una red de contactos que me permite conseguir casi cualquier información rápidamente.

“La aspiración fundamental de una persona es ser reconocida por su individualidad. Entonces, yo me hice el firme propósito de conocer a los socios personalmente”

¿De qué manera te transformó trabajar en el Club? 

Me mostró el camino del crecimiento, del progreso, del trabajo intenso, y, sobre todo, me regaló la pasión por hacer lo que amo. Me dio la oportunidad de conocer a gente extraordinaria, de trabajar codo a codo con ejecutivos de alto nivel, con los que aprendí mucho. Generó en mí mucha vocación de servicio. Entonces, ¿cómo no devolverle con la misma intensidad?

Si tuvieras que recordar experiencias vividas en el Club, ¿cuáles serían? 

Haber podido relacionarme con personas clave. Alejandro Guanes, primero, por elegirme para hacer este trabajo; Rubén Jacks, por lo que aprendimos con él. Mis compañeros, los socios. Tener la oportunidad de compartir con el exvicepresidente de Bolivia, Jorge Quiroga y conocer al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe fue tremendamente impactante. Escuchar la historia de vida de Berta Rojas. Ser testigo del inmenso trabajo de Luis Szarán y la Orquesta Cateura. Vivir la experiencia de Techo, compartir con Soledad Núñez los caminos del bañado. Escuchar la experiencia de un superviviente de la tragedia de los Andes fue movilizador. Han sido tantas...