Touring y Automóvil Club Paraguayo 95 años acompañando la evolución de la movilidad

Los primeros automóvil clubes surgieron a principio del siglo XX movidos por la necesidad de impulsar la creación de caminos que permitieran el uso de los nuevos vehículos autopropulsados. Gracias a la labor de estas organizaciones sin fines de lucro los mapas tejieron las primeras rutas modernas. Cuando los territorios nacionales ya no fueron suficientes para los entusiastas de los vehículos de cuatro ruedas, los clubes de todo el continente crearon una red federada de servicios y asistencia capaz de proteger a los valientes pioneros que buscaban atravesar por ruta las fronteras de sus países.

Dr. Hugo Mersán Galli 

Presidente del TACPy y vicepresidente del Consejo Mundial del Deporte Motor de FIA

El touring Club (hoy TACPy) nació en 1924 del esfuerzo de un grupo de empresarios amantes del turismo y los autos que imaginaron un Paraguay con una red vial que permitiera el desarrollo turístico, económico y social de nuestro país. El primer camino entre Asunción e Itá Enramada se construyó íntegramente con fondos del TACPy. 

Durante más de nueve décadas el Touring ha contribuido al principal objetivo que lo vio nacer. Hoy es el organismo referente del deporte motor en Paraguay y goza de prestigio nacional e internacional, siempre fiel a su historia, que es una historia de amor al país y su gente. 

Entrevistamos al Dr. Hugo Mersán Galli, presidente del TACPy y vicepresidente del Consejo Mundial del Deporte Motor de FIA (Fédération Internationale de l’Automobile) para que nos hablara del desafío que supone para una institución centenaria adaptarse a estos tiempos.

¿Cómo mantiene el Touring su vigencia en un escenario tan cambiante como el de la movilidad? 

El TACPy se inició con el objetivo de fomentar el turismo por carretera y de crear una red vial adecuada. La institución ha acompañado los cambios estando atenta a las necesidades de los socios y de la sociedad. Es cierto que las cosas están cambiando mucho, pero en Paraguay seguimos teniendo áreas muy sensibles como la seguridad vial, el nivel de nuestras escuelas de conducción, el cumplimiento de los reglamentos de tránsito, la señalización de nuestras calles (Paraguay aun debe adherirse a los convenios internacionales de señalización del tránsito), y otros. Así que nuestra labor, como club, perdura. Hace poco, por ejemplo, hicimos un relevamiento de 5.000km sobre las condiciones de nuestra infraestructura vial. Lo entregamos al Gobierno para que se corrijan las imperfecciones. Estamos en un momento en que los recursos y los medios son distintos, pero los objetivos se mantienen. Los clubes de movilidad como el nuestro van a perdurar en el tiempo a través de sus servicios. Cambia el enfoque pero la esencia se mantiene. 

¿En qué consiste ese cambio? 

Tras décadas de trabajo y de políticas dirigidas a crear espacios para el auto (ensanchamiento de calles, construcción de parkings y eliminación de obstáculos para la libre circulación de los vehículos, etc.) el mundo empieza a percatarse de que dejamos de lado lo más importante: las personas. Las ciudades que hemos construido no son saludables para las personas, no cuidan el medio ambiente y no brindan servicio a todos sus habitantes sino solo a los dueños de un auto. Originariamente nuestro enfoque estaba en el vehículo. Ahora el socio requiere una asistencia integral, independientemente del transporte que use. Este nuevo escenario busca dar una mejor calidad de vida a las personas. Ya no es el medio de transporte el que debe ser atendido, sino el ser humano. 

¿Qué iniciativas está llevando adelante el TACPy en este sentido? 

Nuestro deber es estar informados e informar de los cambios que se están dando en el mundo y vienen a Paraguay. En septiembre pasado nos reunimos con otros miembros de la sociedad civil, el Gobierno y el sector privado y creamos la Mesa para la formación de un Plan Nacional de Movilidad Eléctrica. 

En junio de este año realizamos el Primer Salón de Movilidad Eléctrica y Ciudades Inteligentes. Estos cambios buscan una mejor calidad de vida que es lo que pretendemos con las actividades de una movilidad más segura, una formación adecuada, el respeto a las normas de tránsito, etc. 

Estamos preparándonos para que nuestro servicio de asistencia tenga esa integralidad a la que aspiramos, centrándose en la persona, ya no solo en el vehículo. 

Con la Cruz Roja estamos formando a nuestros conductores en primeros auxilios para prestar asistencia en accidentes, conocer los protocolos para mover a las personas y localizar centros médicos cercanos que cuenten con los medios para salvar vidas. Estamos empezando también a ver los protocolos de asistencia para vehículos eléctricos, porque un vehículo eléctrico siniestrado podría generar una potencia extra de descarga que dificulte la asistencia, y requerir otro tipo de manejo, un uniforme especial, guantes, etc. Nuestra autoescuela ha incluido vehículos eléctricos y ofrecemos un servicio de remises con estos vehículos. Firmamos un acuerdo con Yacyretá para instalar estaciones de carga para autos eléctricos en nuestro parador de Villa Florida, dentro del proyecto Ruta Verde. 

Incluso, dentro de la administración de la institución se están aplicando los cambios que la tecnología y los tiempos nos demandan.

Estos cambios también han llegado al deporte motor... 

Así es. El deporte motor es el laboratorio de la industria automotriz, es donde se prueba cada innovación. La tecnología de los autos de calle se desarrolla, se prueba y se valida en el deporte. Esto se aplica a la movilidad eléctrica también. La Fórmula eléctrica que se disputa hace varios años, nos permite comprender cómo evolucionan y se adaptan estos vehículos, y qué ocurre en caso de accidente y cómo actúan los técnicos en esos casos. El TACPy está muy atento a este aprendizaje para volcarlo en nuestro día a día, es una realidad que ha empezando a llegar y somos protagonistas en ella.