La inversión extranjera directa


Publicado en: 5Días
Publicado el: 23-08-21
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Por Patricio Fiorito, socio del Club de Ejecutivos.

El Paraguay está avanzando en la conformación de un stock de inversión extranjera directa (IED). Y ello es una buena noticia. En 2020 el país incrementó en 8,8% este saldo, con el que se destaca del resto de Latinoamérica que sufrió una fuerte baja.

Recordemos que la IED puede directa (mediante inversiones físicas y compras realizadas por una empresa o empresario en un país extranjero, reinversión de utilidades, etc.) o bien indirecta (préstamos, compra de bonos por extranjeros, etc.). Ambas son beneficiosas para la economía y la sociedad, pues implican un crecimiento en la capacidad de generar valor en el país, más empleo, mejores condiciones y posibilidades para la sociedad.

Sin duda, son las IED las que generan un impacto más genuino y de largo plazo. Un buen ejemplo de ello son las inversiones en el sector agroindustrial, maquila y la reciente a pasta celulosa.

Es aquí donde se debe analizar algunos datos (BCP/Rediex) referidos a las IED en Paraguay, que son: 1) Anual e históricamente, representan menos del 2% del PBI del país y si bien han ido aumentando no lo hacen significativamente; 2) Más de un tercio de las mismas (stock) corresponden a inversiones en comercio e intermediación financiera; y 3) Parte importante de las IED se corresponde a regímenes de promoción especiales, lo cual indica cierta precariedad en el largo plazo.

Entonces, ¿Cómo hacemos para lograr que las IED den un salto de calidad y de volumen?

Ya no basta con la estabilidad macro demostrada y tampoco con nuestro sistema tributario, bono demográfico y regímenes de promoción. Es necesario mejorar el clima de negocios, reducir las intervenciones estatales en la economía y fortalecer la institucionalidad del país. Esto no es un novedoso, la cuestión es seguir las formas exitosas acreditadas en el resto del mundo: libre mercado, férreo cumplimiento de la ley y de los contratos, e institucionalidad estricta.

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