Coherencia para instalar confianza


Publicado en: Ultima Hora
Publicado el: 17-06-24
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Por Jaime Egüez, pastpresidente del Club Ejecutivos

Me impresionó un texto de Gonzalo Quintana, quizás una de las mentes más lúcidas en el Paraguay actual, que nos brinda reflexiones sobre diferentes temas. En este caso la necesaria capacidad que tuvo el ex presidente de los Estados Unidos, Theodore Roosevelt, de instalar los marcos de su gestión pública para generar confianza. La reflexión estaba orientada a ilustrar que con independiente de la edad (en este caso él fue el presidente más joven de los Estados Unidos con solo 42 años) ya tenía muy claro dos ideas que marcaron su trayectoria política al frente del país más poderoso del planeta.

La idea más visceral para nuestro momento político fue la siguiente: “Patriotismo significa apoyar al país. No significa apoyar al presidente ni a ningún otro funcionario público.” Esta frase ilustra en esencia lo que a mi criterio nos ayudará a transitar un nuevo modelo que se aleje del que vamos construyendo en nuestra relación de poder político/ciudadanía, basada en la adulación de la autoridad y la alimentación de sus privilegios sobre todos los demás ciudadanos.  Esta relación que está marcada por el apoyo emocional al compañero político de turno puede llevarnos a modelos muy nocivos que han estado dando vuelta por el vecindario. No somos capaces aún de discernir si estamos trabajando para el país o lo hacemos a través de los anteojos del interés político particular el cual sesga totalmente el interés fundamental de conseguir el bien general de la nación. Hay tantos patriotas buenos en este país, y mejores que muchos de los que andan en las esferas del poder político, pero ¡lástima que no tengan poder!

La segunda idea “Es necesario que se aprueben leyes que prohíban el uso de fondos corporativos directa o indirectamente con fines políticos”. Y “Es aún más necesario que tales leyes se apliquen rigurosamente”. Esta iniciativa marca también un rumbo importante en la propuesta de un estadista que debería ser, por lo menos, un tema para plantear en nuestro modo de administrar los exiguos fondos del PGN para la gestión pública. Hay muy pocos espacios en la gestión de sectores críticos como Salud, Educación, Seguridad, IPS, donde todavía no tengan injerencia  algunos políticos de turno con su equipo de influencia.

Esta reflexión no hace ninguna calificación positiva ni negativa hacia este hecho, hace simplemente una reflexión que deberían ser lugares vedados para la injerencia de políticos de alguna manera. ¿Pero porqué reflexiono esto? Y porque  es absolutamente entendible que un político en nuestra forma local de administrar el poder tenga intereses particulares. ¿Pero la pregunta correcta sería que esta legítima posibilidad sea sana para la república y para el éxito de políticas públicas de un gobierno? Y por lo menos desde el punto de vista práctico no lo es. No puede haber dos intereses contrapuestos en la gestión pública. Pensar en beneficios de muchos siempre tendrá una traba en el interés particular del poder político. Hoy quizás este factor de permitir y aceptar que los actores políticos tengan injerencia en áreas críticas de la gestión pública es un factor que acaba generando lo que se denomina Corrupción pública. Y si es totalmente cierto que en esta ecuación también existe una participación interesada de un actor del área privada.  

El desafío del actual gobierno es complejo ya que desde el inicio el rumbo de llevar a Paraguay a otro nivel está claramente siendo el norte del presidente y su equipo. Administrar las realidades del grupo político de su propio partido se ve que es su punto en la agenda de las urgencias. Entender y trabajar en convencer a su equipo político de que estamos hoy más que nunca en una ventana de oportunidades es una tarea necesaria. Y de vital importancia para el éxito de todo lo que se ha propuesto.

Desde el sector privado estamos abiertos a apoyar las gestiones de Gobierno y del sector político sobre la base de entender claramente que todos podemos hacer patria cada día si no negociamos el país y sus valores básicos de igualdad ante la ley y el cumplimiento de las leyes para todos. Puedo yo, en forma personal, comprender los intereses políticos, pero también puedo claramente marcar la cancha donde estos intereses deben ser parados para no afectar el futuro de la patria.

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