Concitar confianza en el proceso


Publicado en: La Nación
Publicado el: 04-06-23
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Por Jaime Egüez, presidente del Club de Ejecutivos.

Hay una anécdota, relacionada al traspaso del poder, que me gusta recordar. Un presidente saliente escribió dos cartas y en el día del traspaso de mando le entregó al presidente entrante las dos cartas. Le dijo en voz baja, te entrego dos cartas muy importantes, guárdalas en los siguientes años que tendrás la responsabilidad sobre este país. Cuando tengas una primera crisis abrí la primera carta y allí tendrás la solución. Cuando tengas una segunda crisis abrí la segunda carta para que te guíe en la gestión de la crisis.

Y como era de esperarse llegó la primera crisis… la carta decía: “decile al pueblo que la crisis es por una pésima gestión de tu antecesor”. Efectivamente esto funcionó y se salvó la primera crisis. Luego, al final del mandato se tuvo una segunda crisis y el presidente abrió la otra carta y la misma solo tenía estas palabras “comenzá a escribir dos cartas”.

La anécdota, además de ser válida para cualquier presidente, es muy actual con nuestro proceso de transición. Es cómo cambiar a los pilotos de un avión en medio de los cielos. Se pide a los pilotos evitar la turbulencia, no hacer que el avión pierda altura y sobre todo no alterar a los pasajeros, que al final somos los que pagamos el boleto del viaje y los pilotos son los “mejores” contratados para el nuevo tramo.

El otorgamiento del “poder” permite muchas acciones, todas ellas constitucionales, pero implica una responsabilidad al inicio de las prácticas del uso del poder. Desde la óptica del Club de Ejecutivos exhortamos a ambos equipos de pilotos, a que las discusiones sobre los procesos de intercambio se administren en el más alto nivel profesional, incluyendo una legislación aplicable para la gestión de un Estado.  Pedimos emitir solo opiniones basadas en la rigurosidad de datos oficiales para dar tranquilidad no solo a los ciudadanos, sino a todo el contexto que depende de la certeza de que el Paraguay es un país serio en su gestión estatal y dejar de lado las discusiones de posiciones coyunturales en los escenarios mediáticos.

Hay mucho que dialogar y quizás muchas opiniones diferentes con el equipo que deja el mando. Todos deseamos que el Paraguay vaya creciendo en su institucionalidad, sobre todo en áreas que afectan a la economía.  Ya vendrá el momento en el que el presidente deba abrir la primera carta, pero será más adelante. No ahora porque este es el momento de construir, pero en especial de la voluntad de trabajar para que el proceso sea “responsable” con el país. No se puede trabajar en un ambiente de desconfianza.

El marco necesario de profesionalismo es indispensable en ambos equipos. Las estructuras de información y de normativas son conocidas por los dos lados del mostrador, los que salen y los que entran.  Solicitamos a ambos grupos, que nosotros los pasajeros, sintamos la confianza de que este cambio de timón sea hecho con las garantías totales y administrado por profesionales que tienen la inteligencia emocional para mirar desde de la cabina y ver que “todos los pasajeros”, estamos atentos a los mensajes de seguridad y tranquilidad que deben darnos en todo momento nuestros pilotos, tanto los que salen como los que entran. 

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