Por Pablo Kalbermatten, socio del Club de Ejecutivos.

El uso de la tecnología ha revolucionado varias áreas y ahora incluso ha contribuido a la ejecución de acuerdos, a través de los llamados contratos inteligentes, que utilizan cadena de bloques para registrar, confirmar y ejecutar de manera automatica operaciones comerciales sin necesidad de intervención humana, aportando seguridad, sostenibilidad y agilidad a la gestión comercial.

Desarrollar tecnologicamente un contrato inteligente no es tarea fácil, y requiere de profesionales especializados para hacerlo. Es fundamental dominar el lenguaje de programación que la plataforma requiere para realizar la operación comercial. Otro punto, es que el interesado necesita tener una billetera digital (wallet) compatible con la red donde se quiere ejecutar el documento. Para que el sistema sea viable, el contrato debe tener un objeto y las partes deben firmar el documento virtual con sus claves públicas de blockchain.

En comparación con un acuerdo tradicional, el contrato inteligente puede ser más rápido y rentable, y debido a que está alojado en una red blockchain, los acuerdos no se pueden cambiar ni deshacer.

Los contratos inteligentes aún pueden sonar futuristas para muchas personas, y en general, los países no cuentan con regulaciones específicas para las finanzas descentralizadas y, en consecuencia, tampoco para los contratos inteligentes. Sin embargo, los tokens y las criptomonedas están forjando un camino muy sólido para otras herramientas de finanzas descentralizadas. La característica inmutable los convierte en parte de un sistema transparente que debería ganar aún más espacio en los próximos años.

Las empresas pueden invertir en la formacion profesional de su personal para que lleguen a comprender algoritmos y programas de desarrollo e integracion. Esto puede tener un impacto positivo en el desempeño de la empresa, mientras aprovecha su propio personal.