Por Raquel Dentice, socia del Club de Ejecutivos.

La estratégica misión de diseñar la organización que deseamos construir.

¿Cuánto tiempo dedicamos para pensar sobre el futuro de nuestras empresas? Es quizás la pregunta disparadora y fundamental que abordaremos desde la disciplina del Future Thinking.

Con el Future Thinking reforzamos en nuestras organizaciones el pensamiento estratégico al incorporar la visión, la previsión y prospectiva a la investigación y a la estrategia.

Este campo de saber interdisciplinario nos brinda herramientas de transformación y nos propone nuevas habilidades a desarrollar, necesarias en un entorno como el que estamos transitando. Nos invita a proyectar futuros, visualizar oportunidades, retos y desafíos que puedan suceder y ser abordados en el presente. Podremos diseñar escenarios, identificar e impulsar habilidades para proyectar, pronosticar y planificar. Y, por sobre todo, diseñar la organización que queremos construir y hacer trascender.

Existen metodologías que inician con el análisis del pasado de manera diagnóstica, continúan con una perspectiva del presente para proyectar y planificar de manera estratégica lo que se hará en el futuro.

Otras incorporan la visión prospectiva, la cual supone que el futuro está ocurriendo en la actualidad de manera incipiente, requiriendo investigación, análisis y un escaneo del ambiente.

También elaboran herramientas que permiten simular escenarios de futuro posibles, probables y deseados, los cuales nos permitirán reconocer cambios emergentes y estar preparados para afrontarlos.

La visión de un futuro posible de ser construido pone especial énfasis en las personas y las responsabiliza: somos nosotros junto a nuestros equipos quienes elegimos alternativas y desde allí construimos.

Pensar en nuestra empresa del futuro implica tomar conciencia de que los pequeños cambios que iniciemos hoy pueden ser verdaderamente trascendentes para el mañana.