Desaceleración económica y emocional


Publicado en: 5Días
Publicado el: 29-08-22
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Por Katy Guillen, socia del Club de ejecutivos.

El decaimiento está acompañado por el pesimismo, en tanto aumenta el calor del clima político

La percepción de la situación económica está teñida de pesimismo, más allá de la desaceleración de la economía registrada en el segundo trimestre del año, fruto de factores internos e internacionales como la invasión rusa a Ucrania, las restricciones en China o la azotada pandemia.

Una encuesta reciente, realizada a un grupo de empresarios, indica que el 52% de los entrevistados consideran que la economía empeoró con relación al 2021. El 65% espera que mejore en los próximos 12 meses. Pero es curioso que esta percepción de posible mejoría haya sido mayor en plena pandemia del año anterior, al igual que el optimismo de mantener los puestos de trabajo.

Este índice de confianza empresarial es algo que, en general, sentimos en los bolsillos por los precios disparados de los productos de la canasta familiar, medicamentos, combustibles, etc. A ello se suma, sin duda, la etapa en la que ya estamos inmersos de pujas políticas para las próximas elecciones generales en las que históricamente todo vale, y los recursos del Estado (los nuestros realmente) son dirigidos a sufragar campañas de diversas corrientes y colores. Si agregamos la decisión inmoral de los legisladores de compensar a ex empleados de contratistas de Itaipú Binacional por USD 940 millones, el clima se espesa aún más.

¿Qué podemos hacer para enfrentar lo que viene? No podemos controlar la política mundial, pero sí poner en orden la casa. El sector público todavía tiene algunos ases bajo la manga, si tiene la valentía, como el veto a esta ignominiosa ley. Y puede sorprendernos, transparentando el gasto público en lo que queda de vida a la presente administración. Como sector privado, podemos ser parte de la recuperación, reforzando el trabajo y la iniciativa y redoblando las exigencias a nuestras autoridades. Mientras seamos espectadores no cambiaremos como sociedad.

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