El Congreso es un vodevil


Publicado en: 5Días
Publicado el: 30-10-23
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Por Katy Guillen, socia del Club de Ejecutivos.

Frívola, ligera, picante y equívoca es la comedia que subió a las tablas de la Avda. República. 

Todos los condimentos del vodevil reúnen la puesta montada en el Congreso, donde los senadores se disputan por el premio del guion más picante. 

Aunque la puesta realmente coquetea entre la ligereza y cuasi obscenidad del vodevil y la farsa, con su formato de obra dramática desarreglada, chabacana y grotesca.

Cuando uno creía haber visto de todo en la arena política, surge esta fase candente, nada menos que en el Parlamento, nada más lejano de la visión que se autoasigna este cuerpo legislativo: “Un poder legislativo con compromiso ético y social, orientado a brindar un servicio de excelencia” y con sus valores asociados de “institucionalidad, compromiso, equidad, honestidad, dignidad, prudencia, eficiencia, transparencia”.

¿Es cortina de humo para cubrir los temas reales y preocupantes que deberían estar tratando en el Senado? Tal vez, pero está construida en base a un trasfondo degradante y que nos golpea a todos los paraguayos. La frase “cada pueblo tiene los gobernantes que se merece”, golpea acá con una fuerza descomunal. Creo que somos una gran mayoría los compatriotas que no sentimos que éstos sean los dirigentes que merecemos.

El paraguayo que trabaja y que contribuye con su esfuerzo diario para posicionar al Paraguay como un país con oportunidades de crecimiento, no merece este procaz espectáculo.

Este es el momento de movilizar la economía, de cerrar los primeros 100 días de nuevo gobierno con algo más que obscenidades y subidas de salarios a estos mismos parlamentarios que denigran la política.

El país espera con expectativa que el nuevo presidente cumpla sus promesas de campaña, y para ello debe desplegar liderazgo y capacidad de lidiar con su entorno. Aún hay tiempo para enderezar el rumbo y disminuir desaciertos. Estos 100 días son claves para fortalecer la esperanza o instalar el desánimo.

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