El poder de las conversaciones


Publicado en: Última Hora
Publicado el: 22-10-25
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El poder de las conversaciones

Por Raquel Hellmann, socia del Club de Ejecutivos *)

En las empresas, las conversaciones son mucho más que un intercambio de información: son el espacio donde se construye sentido, se alinea el rumbo y se cuida a las personas que hacen posible los resultados. Las organizaciones que logran conversar con autenticidad desarrollan equipos cohesionados, capaces de sostener el desempeño sin perder de vista lo más importante: el “cómo” se llega a los objetivos.

Toda conversación en una empresa tiene historia. Conocerla evita repetir errores, pero también nos enseña que no repetir implica aprender. Las dinámicas del pasado nos muestran aquello que funcionó, y también aquello que es necesario transformar. El aprendizaje organizacional nace, precisamente, de la capacidad de conversar con conciencia, sin miedo ni evasión, y de mantener abierta la posibilidad de comprender antes que reaccionar.

Como líderes tenemos la responsabilidad de compartir los sueños que nos mueven. Y de transmitir con claridad hacia dónde vamos. En ese proceso, es común encontrar reacciones humanas ante el cambio: la resistencia, el miedo, rendirse antes de empezar o incluso la oposición directamente. Sin embargo, cuando las conversaciones se dan desde la confianza y la empatía, esos temores se transforman en energía para avanzar. Liderar no es imponer un destino, sino crear las condiciones para que otros quieran recorrer el camino con nosotros.

Stephen Covey, en su libro Confiar e Inspirar, recuerda que el liderazgo auténtico no busca personas que trabajen para nosotros, sino personas a las que podamos inspirar para trabajar con nosotros. Y para inspirar, primero hay que cuidar. El cuidado no se opone a la exigencia; al contrario, la potencia. Cuidar es crear un entorno donde la confianza sea más fuerte que la competencia interna, donde el error se entienda como parte del proceso de aprendizaje y no como motivo de sanción o un problema sin solución.

Daniel Goleman, en sus estudios sobre inteligencia emocional, subraya que las emociones dirigen la atención, la motivación y la cooperación. Un líder emocionalmente inteligente es aquel que escucha, comprende y regula sus propias emociones para influir positivamente en las de los demás. En tiempos donde la incertidumbre es la norma, esta capacidad marca la diferencia entre equipos que sobreviven y equipos que prosperan.

En un mundo hiperconectado, muchas veces se confunde conexión con conversación. La inmediatez digital no puede reemplazar la profundidad del diálogo humano. Las conversaciones auténticas siguen siendo insustituibles. Son las que permiten comprender contextos, conectar emociones y construir confianza.

Ningún algoritmo puede replicar la empatía, la escucha activa ni la capacidad de inspirar propósito compartido. En un entorno empresarial, donde las generaciones y la tecnología conviven, mantener vivas las conversaciones humanas es la clave para construir culturas sólidas, sostenibles y con sentido.

*) Directora Ejecutiva de la Universidad San Ignacio de Loyola

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