Por Jaime Egüez, presidente del Club de Ejecutivos.

La gestión de Gobierno tiene varias aristas entre las cuales podemos describir como, por ejemplo, la de no solo idear sino también de implementar acciones que equilibren una distorsión de un plan de sostenibilidad fiscal. O de un plan de desarrollo económico. También entre las acciones están la de construir y la de sostener políticas buscando un desarrollo social. O asimismo un desarrollo de capacidades a nivel de población como la educación de calidad para poder competir a nivel regional o mundial. 

Es un hecho que todo Gobierno puede venir con muy buenas intenciones. Pero, a la larga, cuando te sientas en el tablero del poder, entiendes que hay cosas que podemos hacer y, a la vez,  que no tenemos mucho espacio para equivocarnos. Porque así como en el ajedrez, podemos cometer un error en una jugada pero no podemos hacerlo en seguidas ocasiones sin perder algo como la Reina o el mismo juego con un Jaque Mate virulento.

La disyuntiva más interesante que estamos viendo es si el propio Gobierno entiende que en esta partida de cinco años ha sacrificado casi todas sus piezas por diversos motivos. La mayoría generados por efecto de condiciones externas a la propia gestión del Gobierno. Pero ante la desesperación que mirando el tablero vemos una deteriorara condición de piezas para tener un juego agresivo, se esté analizando con cada vez más reiteración el de apelar a las soluciones fáciles o rápidas que den el efecto de foco en la urgencia en lugar de entender que nos acercamos peligrosamente al escenario de recibir un Jaque Mate que nos hará perder toda la partida.

¿Qué hacer en este momento? El Gobierno tiene excelentes cuadros técnicos. Y en estos casos es mucho mejor apelar a la rigurosidad de un técnico en lugar de un pragmático político que nos da una solución mágica sin sustento en el mediano plazo. Hay una frase bastante conocida que dice “A momentos difíciles se crean hombres fuertes”, los cuales son los técnicos que ya tienen experiencia y que considero vitales para pasar este momento donde la coyuntura nos obliga a trabajar casi constantemente en la urgencia en lugar de en lo importante para ganar la partida.  

El sector empresarial considera vital que se establezcan líneas efectivas de control y defensa al modelo económico que nos ha permitido salir adelante en estos últimos 15 años. Entendemos que existe un sector político que ostenta el poder. Y que para ellos las soluciones vendrán del consenso político. Personalmente no creo mucho en esta premisa por la cercanía del periodo electoral.

Ante una falta de gestión política responsable solo nos queda apelar a la rigurosidad técnica de los analistas del Gobierno que estimo pueden mantener la partida en curso. No existe lugar para la improvisación en las decisiones y en las acciones. El precio será muy caro a pagar. Sobre todo para el país.