Las empresas con propósito y que cuidan su reputación están en alza

Por Katty Guillen, socia del Club de Ejecutivos 

Aquello que no se ve no se pesa, no se mide en las empresas. Lo intangible está en alza y es lo que actualmente define el valor de las empresas. De acuerdo con el índice Standard & Poor´s 500 casi el 90% de los activos de una empresa son  intangibles. El S&P 500 incluye a las 500 principales empresas estadounidenses que cotizan en la bolsa, impulsado desde 1957 para tener una visión del rumbo del mercado y, en consecuencia, del valor de las empresas.

Tradicionalmente el valor económico de una empresa era medible mediante el capital físico como maquinarias, equipamiento, edificios y también por su capital humano. Todo ello reflejable en un balance.

Hoy la gente, el consumidor, da mayor importancia a la reputación de una empresa, su oferta de valor, que en el índice S&P 500 hasta hace pocas décadas solo tenía un peso del 15%.

La reputación de una empresa se construye de a poco, y con el tiempo. Apoyada en su transparencia y comunicación, la ética empresarial, la responsabilidad social y ambiental, la innovación, la cultura empresarial se consolida. Pues en ella juega  un rol fundamental sus valores y el bienestar de sus colaboradores. Además se suman la calidad de sus productos y la gestión financiera. El prestigio surge en consecuencia de hacer las cosas bien.

Los clientes miran hoy más allá del producto que reciben a cambio de su dinero, y desean, cada vez más, que las empresas que las fabrican sean empresas con propósito.

Por su parte, la reputación se mide cada día y se pone a prueba ante la alta exposición de la inexorable presencia en línea de nuestras marcas. ¿Están preparadas las empresas para esta realidad? ¿Trabajan en transmitir su propósito, en construir su reputación, en dejar clara su oferta de valor?