Por Raquel Dentice, socia del Club de Ejecutivos 

Dotar a los colaboradores con habilidades estratégicas. 

La pandemia ha traído cambios significativos a las empresas, sus clientes, colaboradores y procesos. El avance acelerado de la transformación digital y del trabajo remoto ha llevado a reformular estrategias y acciones de formación para los equipos de trabajo. Y no solo para abordar la situación actual, sino también para preparar a los colaboradores y a la organización para el futuro.

Las principales preocupaciones entre los ejecutivos son la redistribución del talento, asignación de nuevos roles y el clima organizacional. Asimismo, el impulso a la cultura de innovación, la rotación y retención de las personas, el trabajo virtual, la comunicación digital y la experiencia del cliente.

Claramente, definir y priorizar las formaciones inmediatas necesitan de una evaluación que visualice las necesidades institucionales y las brechas existentes.

Una encuesta de McKinsey señala que existe un aumento de las capacitaciones en torno a habilidades sociales y emocionales. Llegan a duplicarse los temas vinculados a empatía y relacionamiento interpersonal. Sumados a estos se destacan la necesidad de reforzar el liderazgo y manejo de equipos, contar con herramientas para decisiones críticas, gestión de proyectos, adaptabilidad y aprendizaje continuo, habilidades digitales, entre otras.  

Desarrollar estas capacidades necesita de procesos formativos innovadores, que generen entusiasmo y compromiso, con resultados observables. Y combinar distintos formatos en el aprendizaje digital que integren e-learning, aprendizaje basado en equipos, mentoring, aulas invertidas y la combinación con contenido disponible en plataformas digitales.

Una estrategia de formación exitosa nos mueve hacia el futuro, transforma a nuestros equipos, fortalece al negocio y facilita la entrega de experiencia diferencial para nuestros clientes.