Fuerzas centrífugas y centrípetas


Publicado en: Ultima Hora
Publicado el: 11-03-24
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Por Yan Speranza, past-president del Club de Ejecutivos 

“Somos los campeones mundiales de las oportunidades perdidas”. Esta frase la pronunció hace ya unos años el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Y hacía referencia a la cantidad de veces que los países latinoamericanos no supimos aprovechar -por diversas razones- las oportunidades concretas que se iban presentando para encarar un proceso de desarrollo más sostenible e inclusivo.

Seguimos siendo el continente que tiene a cerca de un tercio de su población bajo la línea de pobreza. También tenemos líderes mundiales en términos de desigualdad de ingresos, con lo cual la tensión social viene aumentando de manera peligrosa y muchas veces explosiva en varios de nuestros países.

Las razones de esta suerte de fracaso continental son variadas, estructurales y complejas. Los análisis de todo tipo abundan y nos llevaría una gran cantidad de espacios como este, solo para una aproximación a las causas de esta recurrente incapacidad para subirnos decididamente al tren del desarrollo.

De todas maneras, muchas veces se pueden identificar determinados patrones, o formas de comportamiento dentro de la sociedad. Y, particularmente, de sus tomadores de decisión, que nos muestran si estamos en el camino correcto o no.

Uno de estos patrones es la capacidad que tienen las sociedades de llegar a determinados acuerdos caminando hacia el “centro” del espectro político y de las ideas. Si existe esta capacidad y se logra mantener la misma, de forma constante en el tiempo, se van logrando avances significativos en relativamente poco tiempo.

El sentido común y la vida misma nos enseñan que en la mayoría de las ocasiones los extremos tienden a ser negativos. Es lo que ha ocurrido con las dos ideologías dominantes de nuestro tiempo, el socialismo y el liberalismo. Solo un adecuado equilibrio, que toma lo mejor de ambas concepciones del mundo, sería el camino hacia el desarrollo social y económico que todos deseamos.

La creación de riqueza es absolutamente esencial para el desarrollo, y las ideas liberales son orientadoras en esa dirección. Pero al mismo tiempo el Estado tiene una función reguladora clave; y la responsabilidad de procurar una equitativa distribución de la riqueza creando las condiciones favorables que eviten la existencia de excluidos sociales. En esto último las ideas socialistas tienen bastante que aportar.

Por supuesto que, en el cada vez más complejo mundo de las ideas, van surgiendo nuevos modelos, nuevos paradigmas y nuevas propuestas buscando el tan ansiado desarrollo. Esa diversidad tan propia de nuestro tiempo, puede ser una fuente fantástica e inagotable de buenas ideas, siempre y cuando podamos efectivamente llegar a acuerdos. Esto se produce acercándonos al centro y alejándonos de los extremos polarizantes.

En física, las fuerzas centrífugas son las que hacen huir a los objetos del centro y las fuerzas centrípetas son las que hacen que los objetos giren en forma circular alrededor del centro. Nuestros dirigentes claramente necesitan comportarse más como lo segundo y desde ese tipo de fuerza. Consensuar los acuerdos necesarios que nos permitan avanzar.

En realidad, es esta capacidad de convergencia hacia el centro lo que les ha permitido a varios países de diversos continentes evolucionar  hacia mejores indicadores de desarrollo. Lógicamente que no se trata de un proceso lineal y el camino está repleto de baches, sesgos, avances y retrocesos, pero las sociedades deben buscar ir madurando constantemente en la dirección mencionada.

En fin, es bueno que podamos levantar la mirada hacia lo que sucede en el mundo y en la región para que nos sirva de aprendizaje. Pero para ello necesitamos que la dirigencia en general --política, empresarial, social-- empiece a dar pasos seguros hacia el centro.

En esta semana en la cual el Congreso reinicia su periodo normal legislativo, es importante que los líderes políticos reflexionen. Y, sobre todo, desarrollen la capacidad de encontrar consensos caminando más hacia el centro.

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