Por Raquel Dentice, socia del Club de Ejecutivos.

 Hoy es clave repensar nuestros modelos de negocio, de operación y los esfuerzos organizacionales desde una cultura de innovación.

Se habla mucho de innovación, de cultura y de transformación empresarial. Se han convertido en factores necesarios y determinantes para las empresas. Este entorno de incertidumbre, de cambios y de transformación acelerada es propicio para iniciar la innovación.  

Para que una empresa sobreviva y se adapte a los nuevos desafíos debe asumir ciertos riesgos, iniciar un proceso de cambio, impulsar su cultura de Innovación, y ello exige esfuerzo, requiere disciplina, abordar un proceso sistémico y sistemático, con una metodología y herramientas que nos permitan aprender, pero también desaprender.

Requiere de la existencia de un lineamiento estratégico en la empresa que lo declare como norte, que sea abordado por los líderes y asimilado por los colaboradores. Ese lineamiento estratégico debe traducirse en acciones orientadas al logro de los objetivos que propone la organización. Además, necesita de colaboradores comprometidos, entusiasmados, motivados, que constantemente se hagan preguntas, sean curiosos, exploren soluciones alternativas a problemas u oportunidades, sean capaces de impulsar y promover esta manera de ser y hacer basadas en la simplicidad.

La cultura de innovación se sostiene por las personas y eso hace que gestionar sus talentos, acompañarlos en su desarrollo y alimentar sus aspiraciones implique uno de los grandes desafíos para los líderes hoy. Un desafío que propiciará organizaciones agiles que serán los motores del cambio y de la innovación.