La Patria Bifronte


Publicado en: Última Hora
Publicado el: 18-09-25
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Fiesta en las calles y vergüenza en el Congreso

La Patria Bifronte

Por Yan Speranza, past-president del Club de Ejecutivos

En la antigua Roma, el dios Jano presidía los comienzos y los finales y era representado con dos rostros opuestos, uno mirando al pasado y otro al futuro, símbolos de la dualidad permanente entre la luz y la sombra. 

Paraguay, en estos días, parece encarnar a su manera esa condición bifronte. Por un lado, el país muestra al mundo su capacidad de organizar con éxito grandes eventos que despiertan orgullo colectivo; por el otro, la política nacional vuelve a exhibir el rostro oscuro de la corrupción, minando la confianza y la esperanza ciudadanas.

La organización de los Juegos Panamericanos Juniors fue impecable con unos 4.000 atletas de 40 países que salieron sumamente satisfechos y agradecidos con nuestro país y su gente.

Solo una semana después, nuestro país fue sede de una de las fechas del rally mundial, una disciplina que movilizó hacia nuestro país unos 50 mil extranjeros y unos 150 mil connacionales. Y de vuelta, la organización perfecta, lo que valió la admiración de personalidades de este deporte, que no se ahorraron palabras de elogio para nuestro país.

Organizar eventos de esta envergadura implica mucho de lo que queremos ver mas a menudo en nuestro país; planificación seria, capacidad de articular esfuerzos colectivos en pos de un objetivo superior, gestión eficiente de los recursos y liderazgo para la ejecución con altos niveles de excelencia. 

Ese momento de gran satisfacción generalizada, se vio posteriormente alimentado con la clasificación al mundial de fútbol de nuestra selección nacional. Otro motivo más para festejar en las calles este logro que se basó en el mérito, el talento y la capacidad de todos los involucrados con la selección. De vuelta, sale a luz el secreto del éxito; planificación, gestión y liderazgo para la ejecución con excelencia. Es el rostro que mira hacia adelante, hacia un futuro deseado y que nos motiva como sociedad.

Pero a continuación, nada menos que el pilar de la democracia representativa de nuestro país, el Congreso Nacional, nos refriega el rostro horrible de la corrupción y la desvergüenza. Un rostro que querríamos que apunte al pasado, pero que al parecer sigue tan campante en nuestro presente cotidiano.

No había pasado tanto tiempo desde el caso descubierto y bien documentado de una Senadora con claros ejemplos de nepotismo de la peor calaña, cuando salta a luz la imputación fiscal a otro Senador por haber falseado su condición de abogado, arrastrando consigo un problema jurídico de amplias consecuencias pues precisamente esa supuesta condición de abogado es lo que le permitió ocupar un cargo muy importante en el Estado, siempre representando al Senado de la nación.

Como si esto fuera poco, nos encontramos también los ciudadanos con unos audios en donde dos senadores de la nación, hablan impúdicamente sobre el valor monetario de los votos y como conseguir empleos en el Estado, gracias a su tráfico de influencias. Sencillamente deplorable y francamente inaceptable. 

En estos casos de corrupción pura y dura, vemos señales de todo lo contrario a lo que valorábamos de la forma en que podemos organizarnos para obtener buenos resultados. En estos casos de corrupción vemos falta de méritos, capacidades limitadas, amiguismo y clientelismo. 

Debemos hacer un esfuerzo enorme para librarnos de la lacra de la corrupción y ya sabemos que somos capaces de mirar hacia el futuro con la confianza en que podemos lograr cosas importantes cuando nos proponemos. 

No podemos seguir siendo un país bifronte. La lucha contra la corrupción exige liderazgo real. Políticos, empresarios y referentes sociales no pueden seguir mirando a un costado: así como demostraron capacidad para organizar grandes logros colectivos, deben ahora demostrar coraje e integridad para enfrentar el cáncer de la corrupción que degrada al país.

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