Sin camisetas no hay empresa


Publicado en: 5 Días
Publicado el: 20-10-25
/ / Sin camisetas no hay empresa

Sin camisetas no hay empresa                                       

¿Tus colaboradores son parte de la empresa o meros espectadores?

Por Katy Guillén, socia del Club de Ejecutivos

Hace unos años llegué a una empresa con miles de colaboradores y con un enorme potencial para fortalecer su reputación a través de ellos. Porque un colaborador puede convertirse en un vocero que multiplique tus mensajes positivos en su entorno inmediato, alcanzando al menos a diez personas. ¿Se imaginan una empresa con ese poder en las manos? ¿O ese riesgo, si no lo gestiona bien?

Un equipo insatisfecho —compuesto por miles, cientos o decenas— puede dañar seriamente la imagen de una organización. Una empresa que no tenga, como uno de sus pilares fundamentales, crear un ambiente en el que cada colaborador se sienta parte, y no un mero espectador, tiene poco futuro.

Pregunte a sus directivos: ¿cómo se entera tu equipo de las buenas noticias o de las malas? ¿La información les llega a través de sus líderes o se enteran por las noticias, a través de los medios?

La información —la comunicación hacia dentro de la empresa— es tan esencial para la salud y la sostenibilidad de una organización como una administración eficiente, sin importar su tamaño o el sector al que pertenece.

Uno de los retos actuales que afrontan las empresas es la retención de sus talentos. Hay sectores en los cuales la movilidad es tal que un colaborador promedio solo permanece entre ocho meses y un año. Es decir, un período que representa inversión en capacitación y adaptación a la cultura de la organización.

Si bien existen técnicas para lograr el compromiso de un colaborador, el rol de los líderes es clave para conseguirlo: son ellos quienes transmiten el espíritu, los valores, los sueños y las metas de una empresa. Un liderazgo distante no logra involucramiento, y sin colaboradores con la camiseta puesta, no hay equipo. No hay goles a la competencia, no hay victoria.

COMPARTE ESTE ARTÍCULO